La desobediencia civil es un derecho fundamental para poder vivir en una sociedad democrática. Todos los avances sociales a lo largo de la historia han sido conseguidos por personas que en un momento dado decidieron desobedecer a una autoridad que consideraban injusta. Sin embargo, vemos como cada día nos pretenden arrebatar mediante la violencia ese derecho. El desalojo de Plaza Cataluña, la violencia policial en las acciones de resistencia pacífica contra los desahucios, o la propuesta de reforma del código penal que pretende equiparar la resistencia pasiva con el atentado a la autoridad son tristes ejemplos de cómo el ejercicio de la desobediencia civil está cada vez más perseguido.
Los gobiernos y élites financieras de todo el mundo cada vez tienen más miedo ante una insurrección noviolenta generalizada. La estrategia que ha surgido a partir de la Primavera Árabe, el 15M y el movimiento Occupy ha permitido por primera vez en mucho tiempo imaginar un mundo en el que las personas corrientes derroten a la dictadura financiera que hace nuestras vidas cada vez más precarias.
Por eso, el 12M15M vamos a volver a salir a las calles. Vamos a tomar nuestras ciudades para convertirlas en espacios llenos de alegría y desobediencia. Vamos a descubrir de nuevo que basta con ser muchos para no tener miedo y ser capaces de conseguir lo que nos propongamos.
Sentadas en calles principales, cadenas humanas bloqueando entidades bancarias, ocupaciones de edificios oficiales, enjambres de bicicletas colapsando la ciudad… el 12M15M vamos a dedicar toda nuestra energía y creatividad a convertir nuestra ciudad en un espacio desobediente que desborde la tristeza de la realidad que nos quieren imponer.